En nuestro mundo acelerado y lleno de estrés, ¿quién tiene tiempo para rezar?. Puede que pienses que rezar es una práctica anticuada y que no tienes tiempo para ello, entonces, ¿Por qué es importante la oración?. Pero la oración efectiva es una de las formas más poderosas de cambiar tu vida -y el mundo que te rodea-. Este artículo explicará por qué debemos rezar, qué significa rezar y cómo la oración puede influir en tu vida.
Tabla de Contenidos
¿Por qué es importante la oración?
La oración es la base de cualquier práctica espiritual. Es una conversación entre tú y la Dios. Para algunos, la oración puede parecer un lujo, pero en realidad es una parte esencial de cualquier práctica religiosa. Si quieres profundizar en tu conexión espiritual, o si buscas una práctica que pueda mejorar tu salud y felicidad, lo mejor que puedes hacer es empezar a rezar.
Define lo que significa la oración para ti
El primer paso para llevar una vida de oración constante es aclarar qué significa la oración para ti. Para algunas personas, la oración es una forma de pedir a la Dios cosas que necesitan en sus vidas, mientras que para otras es una forma de expresar gratitud y alabanza. Para otros es una forma de pasar tiempo en profunda relación con la Dios y de abrir el corazón para recibir lo que se necesita. La oración es diferente para todos, y no hay una manera correcta o incorrecta de rezar. Cuando empieces a rezar, descubrirás que tu relación con la Dios cambia.
Esto significa que tendrás que revisar tu definición de la oración para asegurarte de que sigue siendo adecuada para ti. Por ejemplo, puede que empieces a rezar por cosas concretas, como la buena salud de tus seres queridos. Pero a medida que desarrollas una conexión más profunda con la Dios, puedes empezar a enfocar la oración de forma diferente. Puede que te encuentres centrado menos en lo que quieres en tu vida y más en lo que puedes dar.
Aprender a rezar
A muchas personas que deciden empezar a rezar les resulta difícil encontrar las palabras para empezar. Esto es completamente normal, y no es necesario empezar con oraciones largas y elocuentes. De hecho, a menudo es bueno empezar con oraciones cortas. Puedes ampliarlas a medida que vayas avanzando. A algunos les gusta rezar en voz alta, mientras que otros prefieren hacerlo en silencio. Si es la primera vez que reza, intente crear un espacio tranquilo y silencioso dondequiera que esté.
Cierra los ojos y respira profundamente varias veces, dejando que cada exhalación se lleve cualquier distracción o estrés. Una vez que te hayas acomodado, intenta decir algo como: «Estoy agradecido por todas las bendiciones de mi vida. Rezo para que me guíen y me den amor a lo largo de este día». Puedes encontrar muchas oraciones diferentes para usar nuestra sección de Oraciones.
Empieza con la práctica diaria
Si quieres convertir la oración en una práctica diaria, tendrás que encontrar la manera de que forme parte de tu vida cotidiana. Una forma sencilla de hacerlo es crear un tablero o rincón de oración en tu casa. Puedes poner fotos que te inspiren en las paredes y objetos que te den alegría en las estanterías. También puedes escribir citas inspiradoras o poner fotos de tus seres queridos. Lo que sea que funcione para ti es lo correcto.
También puedes llevar un diario de oración, o crear un grupo de oración que te ayude a rendir cuentas. Otra buena forma de hacer de la oración una parte habitual de tu día es hacerlo nada más levantarte de la cama por la mañana. Y luego cerrar el día con una oración antes de ir a la cama por la noche. De este modo, nunca te quedarás sin tiempo para rezar.
Observa las señales
A medida que practiques la oración, empezarás a notar que tu forma de abordarla puede cambiar. Puede que descubras que estás menos centrado en lo que quieres y más interesado en lo que puedes dar. Pero para hacer este cambio, tienes que acercarte a la oración con la voluntad de hacer cambios.
Mantén la mente abierta y confía en que al final recibirás la orientación que buscas. Presta atención a cualquier idea o pensamiento nuevo que te surja mientras rezas. Y no descartes ninguna de estas señales, aunque no tengan sentido para ti de inmediato. Cuanto más consistente seas con tu oración, más podrás recibir sus bendiciones.
Comprométete con un ritual semanal
Después de un tiempo, la oración puede convertirse en una parte de tu vida diaria. Pero a medida que continúe profundizando en su relación con la Dios, es posible que quiera aumentar el número de veces que reza cada semana. A algunas personas les gusta hacerlo reservando un tiempo específico cada semana para rezar, mientras que otras prefieren rezar a lo largo del día. Depende de ti cuál es la mejor opción para ti, pero hagas lo que hagas, asegúrate de mantenerlo.
Comprométase con un ritual de oración durante un periodo de tiempo determinado, quizá una vez a la semana o una vez al mes. De este modo, podrás comprobar cómo la oración constante puede cambiar tu vida.
Conclusión
La oración es la base de cualquier práctica espiritual. Es una conversación entre tú y la Dios. Para algunos, la oración puede parecer un lujo, pero en realidad es una parte esencial de cualquier práctica religiosa. Si quieres profundizar en tu conexión espiritual, o si buscas una práctica que pueda mejorar tu salud y felicidad, lo mejor que puedes hacer es empezar a rezar. Ten en cuenta estos consejos y verás rápidamente cómo la oración puede cambiar tu vida.